La cuarta edición del Foro Cajamar Wefood sobre tendencias alimentarias futuras que respondan al reto de alimentar a una población mundial creciente y atender a unos consumidores más exigentes cada día ha tenido lugar en la sede de Cajamar en Valladolid, donde una veintena de directivos de empresas agroalimentarias innovadoras, investigadores de centros tecnológicos públicos y privados, y expertos del sector han dado a conocer las fórmulas que la industria alimentaria está ofreciendo, a través de la innovación y el conocimiento, ante los cambios en la demanda de productos más naturales, funcionales, sostenibles y con mayor valor nutricional.
El encuentro, bajo el título ‘Desafíos y la respuesta de la industria agroalimentaria‘, organizado por Cajamar, en colaboración con la asociación de la industria alimentaria, Vitartis, el centro de investigación ITACYL y el centro tecnológico CARTIF, ha mostrado, una vez más, el valor de la colaboración entre las empresas y los centros tecnológicos y de investigación públicos y privados para impulsar la innovación y el desarrollo tecnológico. Asimismo, durante el mismo se han abordado temas de interés como la respuesta de la industria ante los cambios en la demanda del consumidor, los nuevos formatos de alimentos y las nuevas tecnologías de procesado, y la digitalización y automatización en la industria alimentaria, conjugando eficiencia y sostenibilidad. Cerca de un centenar de asistentes han tenido la oportunidad de conocer todos los ámbitos de la innovación en la industria alimentaria, a través del conocimiento de casos de empresas especializadas y pioneras en cada uno de los ámbitos tratados y de las aportaciones realizadas desde los centros tecnológicos.
La jornada ha sido inaugurada por el director territorial de Cajamar en Castilla y León, José Antonio Benavides, y el director de Innovación y Desarrollo Agroalimentario de Cajamar, Manuel Laínez, que han indicado que la revolución alimentaria es una realidad y, entre todos, debemos ser capaces de atender las tendencias alimentarias futuras. Benavides ha comenzado su intervención con unas palabras de condolencia por los fallecidos y afectados por la DANA. A continuación, ha puesto en valor “las nuevas tecnologías que la industria alimentaria está implementando en materia de conservación, biodiversidad, como son la mejora en los hábitos de alimentación de los animales, la genética de las semillas y la eficiencia hídrica”, y ha explicado como “desde Cajamar estamos impulsando la innovación agroalimentaria a través de nuestras estaciones experimentales”.
Por su parte, Manuel Laínez ha explicado que “la labor de Cajamar, entidad especializada en el sector agroalimentario, no es solo apoyarlo con financiación, también es colaborar con las empresas y conjunto de agentes, en transferirles conocimientos e ideas para facilitar la innovación y generación de nuevas líneas de trabajo y que este sector pueda afianzar su posición competitiva en el mercado”.
La conferencia magistral ha corrido a cargo del experto en comportamiento del consumidor alimentario, y director en Kantar WorlPanel, César Valencoso, en cuya exposición ha analizado la evolución del comportamiento del consumidor español y europeo de alimentos en los últimos años y ha descrito las tendencias de futuro y las implicaciones de este cambio para el conjunto del sector agroalimentario.
Valencoso ha valorado la importancia de la innovación en las empresas, destacando que “sin innovación lo más probable es decrecer significativamente, ya que los procesos de innovación aceleran el crecimiento de mercados y marcas”. En este sentido, ha añadido que “la innovación debe ser estructurada, eficiente, duradera, y debe fijar claramente el objetivo que pretende solucionar”. El director de Kantar WorldPanel también ha señalado la importancia de la distribución en el éxito de los productos innovadores.
A continuación, se han desarrollado tres mesas redondas, cada una de ella moderada por especialistas de las entidades organizadoras y con tres representantes de empresas y de un centro de investigación aplicada o centro tecnológico. En ellas han explicado los cambios que se están produciendo en la industria alimentaria para atender la demanda, así como la incorporación de tecnología, como base para mantener la rentabilidad en la actividad y la competitividad en el mercado.
La respuesta de la industria a la demanda del consumidor
El primer encuentro, bajo el título ‘La respuesta de la industria a la demanda del consumidor’, conducido por la subdirectora de investigación y tecnología de ITACYL, Cristina León, ha abordado la evolución de la demanda de alimentos por parte del consumidor, considerando los dos vectores que, junto al precio, mueven su decisión de compra, como son la salud y la sostenibilidad. La directora de I+D+i en Dulces y Conservas Helios, Marisa Sanz; la investigadora en el Departamento de I+D+i de Cárnicas Joselito S.A., Eva Bruna; el director general científico de Natac, José Carlos Quintela, y el investigador científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL), Javier Fontecha, han explicado durante sus intervenciones los esfuerzos que se están realizando para responder a los deseos y expectativas de los clientes de la industria alimentaria.
Marisa Sanz, directora de I+D+i en Dulces y Conservas Helios, ha destacado que los tres pilares de esta empresa con más de cien años de historia son “tradición, naturalidad y sostenibilidad, siempre unidos a la innovación”. En este sentido, ha precisado que “hemos estado trabajando durante 4 años en un proyecto dirigido a reformular e innovar para intentar disminuir o eliminar totalmente el azúcar de mermeladas o de productos con base de fruta sin el uso de edulcorantes, para ello hemos trabajado con fibras y con aromas naturales, y también para salsas que fuesen 100 % naturales”. Como resultado de ello, han podido lanzar nuevas gamas al mercado que el consumidor ha valorado porque, según ha apuntado, está pidiendo “algo natural, sin azúcar y sin edulcorantes”
Por su parte, Eva Bruna, investigadora en el Departamento de I+D+i de Cárnicas Joselito S.A., ha indicado que desde hace más de 25 años tienen un laboratorio propio y colaboran con centros de investigación y universidades para abordar los puntos de economía circular. “El año pasado estimamos que se generaron 28 toneladas de subproductos solo de la industria del cerdo ibérico, y no podemos estar desperdiciando un subproducto tan valioso como es la grasa de los jamones”.
Igualmente, José Carlos Quintela, director general científico de Natac, ha explicado que su modelo está basado en la economía circular, y en el aprovechamiento de biomasas alimentarias. “Con todo el producto que sobra de la industria agroalimentaria, si no se hace nada, es un residuo del que hay que deshacerse, pero, si se estabiliza y se trata adecuadamente, se puede utilizar como material de partida para extraer en otros compuestos que, al final, tienen unas propiedades saludables”. Además, ha precisado que hay una tendencia en la industria de la personalización del producto, que es lo que permite posicionarse en el mercado.
Javier Fontecha del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL) ha compartido que llevan más de 30 años trabajando en productos lácteos, dado que es el sector de alimentación con mayor nivel de innovación, ya que “prácticamente el 70 % de nuevos alimentos funcionales de la innovación procede de este sector”. Asimismo, ha incidido que la industria agroalimentaria debe invertir en el desarrollo tecnológico y la innovación, ya que “muchos ingredientes que antes se estaban desperdiciando pueden prevenir ciertos tipos de enfermedades y prevenir el deterioro cognitivo en la última etapa de la vida. A través de estos desarrollos tecnológicos se va a aumentar el valor de vida de la población”.
Los expertos y directivos participantes en la segunda mesa redonda ‘Nuevos formatos de alimentos y nuevas tecnologías de procesado’ han evidenciado que el desarrollo tecnológico facilita la producción de nuevos productos, tanto en tipología, formatos, sabores, colores o texturas, además de extender de su vida útil. El biólogo y miembro del departamento de Innovación y Desarrollo de Proteinsecta, Víctor Escribano; la investigadora del CSIC Mónica Flores; la directora de Innovación de HUERCASA y responsables de Cocina de Ideas, Cristina Rueda, y el responsable de investigación básica de Laboratorio Ordesa, José Antonio Moreno, han mostrado su experiencia en su apuesta permanente por la puesta en mercado de nuevos alimentos, basados en la utilización de tecnologías de producción. El responsable de alimentación y salud de la Estación Experimental de Cajamar, Miguel Ángel Domene, ha moderado los turnos de intervenciones.
Víctor Escribano, miembro del departamento de Innovación y Desarrollo de Proteinsecta, – que ha intervenido a través de videoconferencia al no poder desplazarse por el desastre producido por la DANA en su localidad- ha destacado que la cría y el consumo de insectos tiene un futuro muy prometedor, especialmente en el aporte de proteínas. Otras ventajas de la incorporación de los insectos en los procesos alimenticios son la mejora medioambiental que suponen, con bajos consumos de agua y energía para su producción y su alto valor nutricional, si bien el marco regulatorio en España no está bien definido.
Por su parte Mónica Flores, investigadora del CSIC y vicedirectora técnica del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA)-que también ha intervenido a través de video conferencia- ha destacado que la demanda cárnica en los países en vías de desarrollo es creciente, por lo que es conveniente buscar alternativas para asegurar la producción. Flores ha manifestado que el desarrollo de carne cultiva es muy difícil en Europa, pero sí son viables producciones alternativas híbridas en combinación con la carne, por ejemplo, incorporando proteínas texturizadas a base de soja. “En cualquier caso, estas alternativas no deben sustituir al producto cárnico tradicional”, ha concluido.
El responsable de investigación básica de Laboratorio Ordesa, José Antonio Moreno, ha explicado que su empresa, líder en leches y cereales infantiles, ha ampliado su oferta a productos nutricionales adultos, que ya suponen el 50 % de la actividad de la empresa. Moreno ha destacado la importancia de los prescriptores en este sector, “ya que somos un híbrido entre la empresa alimentaria y la farmacéutica”. Así mismo, ha señalado que “los nutrientes que los niños y las niñas incorporan en edades tempranas van a impactar en su crecimiento y salud futura” y ha aventurado que “los alimentos del futuro deben ser sabrosos, saludables y naturales”.
La directora de Innovación de HUERCASA y responsables de Cocina de Ideas, Cristina Rueda, ha compartido su experiencia en la oferta de vegetales de quinta gama “que son de fácil consumo y saludables”. Rueda ha añadido que “en nuestra empresa respetamos al máximo el producto para trasladarlo a los consumidores, ya que la salud empieza en el suelo de un ciclo agrícola”.
Por último, el director de Operaciones de Prosol, Óscar Paz, empresa especializada en la producción de café, cápsulas y derivados; el CIO de Patatas Meléndez, Sergio Calvo, compañía líder en este sector; el director de Operaciones y Transformación Sostenible y Digital de Covap, cooperativa especializada en los productos de origen animal, tanto lácteos como cárnicos, Vidal Madrid, y el director del Área de Industria 4.0 de Cartif, Aníbal Reñones, moderados por la directora general de Vitartis, Cristina Ramírez, han centrado su análisis sobre ‘Digitalización y automatización en la industria alimentaria. Eficiencia y Sostenibilidad’ en la contribución de la transformación digital y la automatización a la innovación en las plantas de procesado de alimentos. Y han comentado que la implantación del internet de las cosas ya sea mediante sensores, cámaras de visión artificial, imágenes hiperespectrales, entre otros, así como la incorporación de robots dentro de la cadena de procesado están contribuyendo a mejorar la eficiencia en el uso de los recursos, ya sean humanos, materias primas, energía u otros. A la vez, que se incrementa el control de la calidad y homogeneidad de los productos y su seguridad alimentaria.
Óscar Paz, director de Operaciones de Prosol, ha explicado que la digitalización “nos permite saber lo que sucede en tiempo real, donde estamos y donde queremos ir” y ha puesto en valor su plan de descarbonización que, con la incorporación de una caldera de biomasa, “nos permite reutilizar nuestros residuos y avanzar en la economía circular, reduciendo significativamente las emisiones”.
Por su parte, Sergio Calvo, CIO de Patatas Meléndez, ha destacado la transformación digital que han incorporado a todos los procesos de la empresa, con la utilización de IA desde el origen en el campo a la mesa del consumidor. “La homogeneización de todos los sistemas digitales nos permite transmitir y compartir la información. Es un cambio total, con ventajas en todos los aspectos de nuestros procesos, con menos errores y personas menos estresadas, ya que todo funciona”, ha manifestado.
Igualmente, Vidal Madrid, director de Operaciones y Transformación Sostenible y Digital de Covap, cooperativa especializada en los productos de origen animal, tanto lácteos como cárnicos, ha puesto en valor el cambio que ha supuesto para su actividad la incorporación de la digitalización, ya que pueden ver y compartir sus analíticas, realizar pedidos y peticiones e interactuar entre ellos. La tecnología nos sirve para conectar con nuestra cadena de valor y seguir innovando”.
Aníbal Reñones, director del Área de Industria 4.0 de Cartif, ha valorado la labor que desde hace 30 años realiza este centro tecnológico, ejerciendo un papel de mediación entre la universidad y las empresas, en un modelo de colaboración público-privada. “El aspecto digital es importante en todos nuestros ejes de actuación”, ha declarado.
La clausura ha corrido a cargo de la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, quien ha destacado el peso del sector con “una industria transformadora compuesta por más de 3.000 empresas que dan empleo a 44.000 personas y una cifra de negocio de 14.300 millones”. Asimismo, ha subrayado el trabajo que viene desarrollando el ITACyL con productores e industria para lograr, por un lado, cultivos y producciones con mayor rendimiento y mejor calidad; y por otro, procesos más seguros, eficaces y óptimos en la transformación de esas materias primas.“Todos los actores – ha señalado- que estamos implicados en la agroalimentación debemos hacer un esfuerzo por crear las condiciones necesarias que permitan a nuestros jóvenes que las profesiones aparejadas a este sector tienen futuro y pueden ser igual de atractivas que otras para permitirles desarrollar su proyecto de vida”.