Tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor. Los tres ingredientes sabiamente combinados crean la receta de la felicidad. Hasta el punto que se considera ya la felicidad como algo tan radicalmente importante que influye en nuestra vida cotidiana, la familia, el trabajo y en todo nuestro entorno vital.
Esta es la razón por la que en esta ocasión, en 2017, la Organización de las Naciones Unidas celebra el Día Internacional de la Felicidad con el objetivo de conseguir que el planeta lo sea. Y que de esta forma todos salgamos beneficiados y felices.
Feliz planeta feliz. Que un día es un día y hoy se celebra el Día de la Internacional de la Felicidad. ¡Y es un día para ser feliz, naturalmente! Desde 2013, las Naciones Unidas han celebrado el Día Internacional de la Felicidad como reconocimiento del importante papel que desempeña la felicidad en la vida de las personas de todo el mundo.
El decálogo de la felicidad
El 12 de julio de 2012 la Asamblea General de la ONU decretó el 20 de marzo Día Internacional de la Felicidad. El objetivo es reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno.
Las Naciones Unidas invitan a todos los Estados Miembros, las organizaciones del sistema de la ONU y las demás organizaciones internacionales y regionales, así como a la sociedad civil, incluidas las organizaciones no gubernamentales y los particulares, a observar de manera adecuada el Día Internacional de la Felicidad, por medios como actividades educativas y de concienciación.
De la larga lista de acciones sugeridas, destacan diez que se repiten una y otra vez en los sitios vinculados al Día del Felicidad:
- Vivir más en el presente, cultivando mindfulness o conciencia plena, no siendo rehenes de lamentaciones pasadas o ansiedades futuras, sino conscientes del momento presente. ¿Qué veo? ¿Qué me rodea?
- Ver lo bueno en otras personas. El criticismo constante puede ser destructivo y enfocarse en lo bueno es una clave en las relaciones.
- Agradecer por tres cosas buenas cada día, aunque a veces parezca un ejercicio difícil. La gratitud es poderosa y las personas más agradecidas son más saludables, según Acción para la Felicidad, que habla de valorar o “ver con el corazón” a las personas en nuestra vida.
- Contribuir como voluntario. Ayudar es bueno para la salud, de acuerdo al sitio, que también habla de pequeños gestos positivos o compasivos con uno mismo y los demás: una sonrisa, una palabra de aprecio.
- Hacer algo nuevo, fuera de lo usual, expande la creatividad.
- Aprender a meditar. Son muchos los estudios que vinculan la meditación con un estado alerta, mayor calma y mejor salud.
- Tener más contacto con la Naturaleza.
- Saber qué nos motiva, qué nos hace felices. Pase lo que pase, nadie puede quitarnos el poder de elegir cómo reaccionamos, según la pianista de 109 años Alice Herz Sommer.
- Crear un clima de mayor autonomía en el trabajo, ya que esto mejora la motivación y e incentiva la creatividad,
- Pedir ayuda, si no se logra escapar de patrones destructivos,
Ecología y felicidad
Por otro lado, en 2015, las Naciones Unidas lanzaron los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible que pretenden poner fin a la pobreza, reducir la desigualdad y proteger nuestro planeta. Tres aspectos primordiales que contribuyen a garantizar el bienestar y la felicidad.
Aprovechando esta celebración, las Naciones Unidas invitan a todas las personas de cualquier edad, así como a las escuelas, los negocios y los gobiernos a celebrar el Día Internacional de la Felicidad utilizando la etiqueta #SmallSmurfsBigGoals.
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y las 169 metas que se proponen en esa jornada “demuestran la magnitud de esta ambiciosa nueva Agenda universal. Con ello se pretende retomar los Objetivos de Desarrollo del Milenio y lograr lo que con ellos no se consiguió. También se pretende hacer realidad los derechos humanos de todas las personas y alcanzar la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas”.
Naciones Unidas explica que “los objetivos y las metas son de carácter integrado e indivisible y conjugan las tres dimensiones del desarrollo sostenible: económica, social y ambiental. Los objetivos y las metas estimularán durante los próximos quince años la acción en las siguientes esferas de importancia crítica para la humanidad y el planeta”.