Es probable que hayas escuchado hablar acerca del Internet de las cosas o hayas visto las siglas ‘IOT’ en algún momento. Pero, ¿sabes lo que realmente significa?
El Internet de las cosas se refiere a la conexión de dispositivos (dejando a un lado los típicos como los ordenadores o los smartphones) a Internet. Es decir, hace referencia a los coches, los electrodomésticos e incluso a aparatos médicos. Y es que desde la llegada de Internet a nuestras vidas, muchísimos soportes han evolucionado de forma imparable. ¿Recuerdas los módems rudimentarios que se utilizaban al principio? Observa cómo han cambiado hasta convertirse en eficaces líneas de fibra óptica.
Actualmente casi todo se puede conectar. De hecho, piensa en todos los dispositivos con los que vives día a día que funcionan gracias a Internet. Desde nuestros móviles hasta impreoras, cámaras, GPS, o televisiones. Tarde o temprano, el internet de las cosas va a dar un giro a nuestro mundo. Revolucionará la idea que tenemos de comunicarnos y cambiará muchas maneras de funcionar.
¿Cuándo surgió el Internet de las cosas?
Se puede decir que se empezó a hablar del Internet de las cosas hacia el año 1990. Fue el año en el que Jonn Romney y Simon Hackett diseñaron una tostadora conectada a Internet. De esta manera, mediante un ordenador, podía encenderse, apagarse y determinar el tiempo de funcionamiento de la máquina.
Fue a partir de entonces cuando se descubrió lo potente que sería el hecho de conectar dispositivos a Internet. No obstante, en 1999, el ingeniero Bill Joy fue quien introdujo los conceptos básicos que definen el IOT. Él mismo fue quien se dio cuenta de la importancia que esta nueva conexión tendría en una gran variedad de escenarios.
No obstante, el concepto Internet of things lo propuso Kevin Ashton, como título de una conferencia del científico. De hecho hablaba de la gran funcionalidad que podría aportar conectar todo a la red para saberlo todo acerca de los objetos.
¿Qué proporciona el IOT?
Al igual que la mayoría de avances tecnológicos, el fin del IOT es volver más cómodas nuestras vidas. Pero no solo eso. También está pensado para ofrecer una mayor seguridad en varios ámbitos. Actualmente los frigoríficos nos avisan cuando están a una temperatura que no conviene a los alimentos. Pero el Internet de las cosas va más allá. ¿Qué pasaría si el mismo frigorífico pudiera avisarte de que tus productos están caducados?
¿No sería más cómodo para ti saber dónde dejas cada cosa? Imagina cómo sería tu vida si pudieras controlar toda tu vivienda desde tu Smartphone, desde las puertas hasta la electricidad. Estos son algunos de los ejemplos de todo lo que podríamos hacer gracias al Internet de las cosas.
Pero, ¿Es posible conectarlo todo a la red?
En un futuro sí lo sería. Y es que la idea que da vida al Internet de las cosas es que la red llegue a todo tipo de dispositivos. Pero no solo a smartphones o tabletas. De hecho, tampoco tendría que estar limitado a electrodomésticos o cosas que ya están empezando a aparecer. IOT irá mucho más lejos.
Piensa en ropa inteligente o dispositivos medicinales implantados en tu cuerpo para cuidar de tu salud. ¿Y si fueras a comprar al supermercado y X paquete te negara su compra por contener ingredientes que dañarán tu salud? Si algo tiene el Internet de las cosas es que da pie a la imaginación.
Su idea fundamental es que absolutamente todo incluya una dirección IP que lo identifique. De esta manera podrá conectarse a Internet de diferentes formas. Todo con el fin de simplificarte la vida. Con el Internet de las cosas todos los dispositivos se volverían inteligentes y enviarían y recibirían todo tipo de informaciones.
La información, se procesaría en la nube y gracias al Dig Data se interpretarían. Como afirma Wikipedia, el Internet de las cosas deberá codificar de entre 50.000 a 100.000 billones de objetos.
Y es que no existe una fecha exacta para que el IOT abarque nuestras vidas. De hecho, poco a poco lo iremos descubriendo. Gracias a la velocidad con la que avanza la tecnología y la increíble evolución de las redes informáticas no tardará mucho tiempo en llegar.
Lo que sí está demostrado es que el Internet de las cosas es un hecho, está ahí y es uno de los cambios más cercanos que vas a conocer los próximos años.