El Día Internacional del inventor se celebra cada 9 de noviembre en honor de Hedwig Eva Maria Kiesler, que nació en Viena un día como hoy de 1914. Esa mujer se convirtió en la actriz Hedy Lamarr, considerada en los años treinta “la mujer más hermosa de la historia del cine”.
Resulta que su belleza eclipsó durante mucho tiempo que fue una brillante ingeniera de telecomunicaciones e inventora, creadora del espectro ensanchado. Una técnica de modulación empleada en telecomunicaciones para la transmisión de datos digitales y por radiofrecuencia. Gracias a ella tenemos a día de hoy avances como el Wifi o el Bluetooth.
El Día del inventor en todo el mundo
El Día del Inventor se celebra de distintas formas en varios países. Por ejemplo, en la Argentina desde el año 1990 se festeja el 29 de septiembre, en homenaje al nacimiento de Ladislao José Biro, el inventor del bolígrafo, popularmente conocido en este país como birome.
En Bolivia se celebra el «Día del Inventor Boliviano» el 23 de abril, declarado por ley n.º 3422 en 2006.
En Estados Unidos, el Día de los Inventores Nacionales se conmemora el 11 de febrero, aniversario del nacimiento de Thomas Alva Edison, según Ley Pública 97-198 de 1983.
En México se celebra el 17 de febrero desde 1993, en memoria del natalicio de Guillermo González Camarena quien creó el sistema tricromático secuencial de campos para televisión (televisión en color).
El poder de la serendipia
Hay muchos inventores conocidos, como Gutemberg, Fleming o Edison. Pero existe una larga lista de inventores desconocidos cuyas creaciones utilizamos a menudo y tienen una inusual historia detrás.
Como el futbolín, los fuegos artificiales o incluso famosas creaciones gastronómicas como la tortilla de patata o el gin tonic. Como muchos grandes inventos, han surgido de la manera más inusual. Es lo que se llama serendipia.
Una serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado, valioso e inesperado que se produce de manera accidental o causal, o cuando se está buscando una cosa distinta. También puede referirse a la habilidad de un sujeto para reconocer que ha hecho un descubrimiento importante aunque no tenga relación con lo que busca.
En términos más generales se puede denominar así también a la casualidad, coincidencia o accidente. En la historia de la ciencia son frecuentes las serendipias.
La aplicación del sildenafilo (Viagra) como fármaco contra la disfunción eréctil se descubrió al comprobar que los sujetos varones que probaban el fármaco no devolvían el producto sobrante.
La casualidad que descubrió la penicilina
En 1922, Alexander Fleming estaba analizando un cultivo de bacterias, cuando se le contaminó una placa de bacterias con un hongo. Más tarde descubriría que alrededor de ese hongo no crecían las bacterias e imaginó que ahí había algo que las mataba.
Aunque él no fue capaz de aislarla, ese episodio dio inicio al descubrimiento de la penicilina.
Por su parte, el principio de Arquímedes fue descubierto al introducirse en una bañera y observar cómo su cuerpo desplazaba una masa de agua equivalente al volumen sumergido. Salió desnudo a la calle gritando la famosa palabra: ¡eureka!.
Las famosísimas notas post-it surgieron tras un olvido de un operario, que no añadió un componente de un pegamento en la fábrica de 3M. Toda la partida de pegamento se apartó y guardó, pues era demasiado valioso como para tirarlo aunque apenas tenía poder adhesivo. Uno de los ingenieros de la empresa, hombre devoto, estaba harto de meter papelitos en su libro de salmos para marcar las canciones cuando iba a la iglesia. Los papelitos no hacían más que caerse. Pensó que sería ideal tener hojas con un poco de pegamento que no fuera demasiado fuerte y que resistiera ser pegado y despegado muchas veces. La vieja partida de pegamento malogrado acudió a su mente. Habían nacido las notas post-it.