«Mens sana in corpore sano» es un lema que puede guiar nuestras vidas para desarrollar las actividades planteadas de la mejor forma posible. Por esta razón, además de la actividad intelectual, el conocimiento y la educación, se recomienda practicar deporte a lo largo de nuestra vida.
En el acervo común todos asumimos que el fútbol es el más popular de los deportes. De ahí que se le conozca como el deporte-rey. En efecto, según la FIFA, hay 265 millones de personas que juegan a fútbol en el mundo. Es decir, el 4% de la población se viste de corto los fines de semana.
Aunque son muchos más los que juegan de manera amistosa sin estar inscritos en ninguna federación. Si nos fijamos a continuación en el baloncesto, la cifra llega a los noventa millones de personas.
Más de 600 millones de jugadores de ajedrez
La sorpresa salta cuando se comprueba que es realmente el tenis de mesa, olímpico desde Seúl 1988, el deporte con el desarrollo más espectacular y que cuenta con el mayor número de jugadores en todo el mundo. No en vano, en China es prácticamente una suerte de religión.
Sin embargo, el primero de todos, y con una gran diferencia sobre los tres anteriores, es el ajedrez. Según el Informe AGON, hay 605 millones de jugadores en todo el mundo. Según los resultados, un 70% de los encuestados habían jugado al ajedrez alguna vez en su vida (aunque fuera en el colegio), Y recordaban el juego con admiración aunque ya no lo practicaran.
Esta proporción se mantenía estable en todos los países del estudio. Un porcentaje del 12% de los encuestados en el Reino Unido jugaban actualmente al ajedrez (al menos una vez en el último año), 15% en EE.UU., 23% en Alemania, 43% en Rusia y 70% en India.
Ajedrez: deporte y educación
No es solo importante el ajedrez por la cantidad sino que, y si retomamos el adagio que encabeza estas líneas, el ajedrez es una completa herramienta educativa. Según la revista Consumer, “concentración, memoria, capacidad de decisión, pensamiento analítico o afán de superación son algunas de las múltiples capacidades que se pueden adquirir o reforzar con la práctica periódica del ajedrez y que a su vez son transferibles a otras áreas del conocimiento”.
De hecho, tanto la Unesco como el Congreso de los Diputados recomienda que se enseñe y practique en las escuelas españolas, tal y como recoge el diario El País en su artículo «Ajedrez al rescate«: «Tiene una dimensión lúdica evidente, pero el ajedrez es mucho más que un juego o un deporte (…). Esta es la razón por la que la Unesco decidió en 1995 recomendar a todos los países miembros que el ajedrez fuera incorporado como materia educativa en la enseñanza primaria y secundaria (…) La Comisión de Educación del Congreso de los Diputados decidió, por unanimidad de los ocho partidos que la componen, proponer que este juego milenario pase a formar parte de la vida escolar de los niños españoles, especialmente entre los seis y los nueve años”.