La iluminación de nuestro hogar es tan indispensable como los suministros, el techo o el suelo. Una buena iluminación nos permite crear ambientes acogedores y también paliar los rigores del invierno o los calores del verano. Ayuda a crear espacios únicos para estar en familia o en la buena compañía de familiares y amigos.
Así es, gracias a la iluminación del hogar conseguimos crear ambientes únicos para las necesidades de cada momento. Por esta razón iluminar la vivienda de una forma adecuada es clave, y tiene un efecto funcional a la vez que práctico.
La iluminación juega un papel crucial en nuestro hogar. No solo nos permite ver claramente, sino que también influye en nuestro estado de ánimo y bienestar. Si deseas crear un ambiente acogedor y funcional, es esencial prestar atención a la iluminación de cada habitación.
¿Qué luz necesitas en cada zona?
Para ello, el primer paso es definir el tipo de luz que necesitas para cada espacio.
- La luz general es la principal, la que ilumina todo el espacio. En general, los plafones, las lámparas colgantes o de techo son buenas opciones. Atrás quedaron los obsoletos fluorescentes de las cocinas.
- También está la luz de foco, apta para el trabajo. Es muy útil en zonas específicas donde realizas actividades como leer, cocinar o trabajar. Puedes optar por lámparas de escritorio, focos empotrados o luces bajo gabinete.
- En tercer lugar tenemos la luz ambiental o decorativa: Aporta calidez y resalta ciertos detalles decorativos, como cuadros, plantas o elementos arquitectónicos. Las tiras LED, lámparas de pie y apliques de pared son ideales para esto.
La eficiencia energética es una pauta que ya no hay que perder de vista. Utiliza para ello luces LED, porque son una gran alternativa a las bombillas tradicionales. Consumen menos energía, duran más tiempo y vienen en una variedad de tonos (blanco cálido, neutro o frío) para adaptarse a diferentes espacios.
Ideas sencillas para mejorar la iluminación
Una opción inmejorable es aprovechar al máximo la luz natural. A veces, renovar la iluminación no requiere más lámparas, sino mejorar la entrada de luz natural. Prueba con cortinas ligeras o cambia la disposición de los muebles para permitir la entrada de luz natural.
La iluminación indirecta es tu mejor amiga. Las lámparas de pared y las tiras LED colocadas estratégicamente en techos, detrás de muebles o en estantes crean efectos de iluminación difusa que pueden transformar un espacio sin deslumbrar.
También es interesante incorporar reguladores de intensidad que permiten ajustar la intensidad de las lámparas para adaptar el ambiente según el momento del día o el uso del espacio.
Por último, usa controles inteligentes. Los sistemas de iluminación inteligente, como bombillas que se pueden controlar desde el móvil o asistentes virtuales, ofrecen comodidad y eficiencia.
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