Las tarjetas de crédito o de débito son objeto codiciado por los estafadores. Carding -término que proviene de la palabra inglesa ‘card’, que significa tarjeta y que se utiliza para definir a las tarjetas de crédito, ‘credit card’-, es el término que se ha acuñado para definir este tipo de estafas realizadas con el objetivo de las tarjetas de crédito.
Así, el carding es una práctica ilegal que consiste en el uso de datos de tarjetas de crédito o débito ajenas para obtener beneficios económicos propios. ¿Cómo se lleva a cabo? El carding es una práctica que se realiza mediante técnicas como el phishing o el skimming:
- El phishing es una técnica de ingeniería social que consiste en el envío de correos electrónicos que suplantan la identidad de compañías u organismos públicos y solicitan información personal y bancaria al usuario.
- El skimming es un delito que consiste en extraer los datos de la tarjeta de crédito en el punto de venta y usar esos datos para fabricar tarjetas de crédito falsas o comprar artículos utilizando los datos. Un empleado deshonesto usará un dispositivo electrónico portátil, conectado a un lector de tarjetas. Cuando nadie está mirando, las tarjetas de crédito de los clientes se deslizan para extraer sus datos.
A las comunidades que se dedican a realizar el carding se les llama BIN, y esto se debe a que los BIN (Bank Identification Number) son los primeros seis números de tu tarjeta bancaria, que permite a los bancos identificar el tipo de tarjeta (débito o crédito). Atención, porque no roban tarjetas, sino que simplemente se aprovechan del método de pago.
Medidas de protección
Estas son 5 de las medidas que deberías contemplar:
1.- Comprueba que el protocolo de seguridad está activo
Antes de realizar compras online, asegúrate de que la página cuente con el protocolo de seguridad “https” (que muestra un candado cerrado en la barra de dirección), así como métodos de pago seguros.
2.- Prescinde siempre de las redes públicas
Nunca proporciones datos bancarios por teléfono, ni uses redes o computadoras públicas para realizar compras online. No confíes en correos que te pidan datos de tu tarjeta.
3.- Cuida tu tarjeta de crédito
Al usar tu tarjeta física, nunca la pierdas de vista ni permitas que la persona que realiza el cobro digite el código de seguridad.
4.- Controla los movimientos de la cuenta
Monitorea tus estados de cuenta para asegurar que todas las compras hayan sido autorizadas. Reporta al banco cualquier cobro no reconocido.
5.- Mantén tus aplicaciones actualizadas
Actualiza constantemente tus aplicaciones bancarias y activa la autenticación en dos pasos. Elimina mensajes SMS o de correo electrónico de remitentes desconocidos.