La alergia es una reacción inmunitaria del organismo frente a una sustancia generalmente inocua para el anfitrión, que se manifiesta por unos signos y síntomas característicos cuando este se expone a ella: por inhalación, ingestión o contacto cutáneo.
Además, es la expresión clínica de los mecanismos de respuesta inmunitarios normales del organismo, frente a los posibles invasores. El error no está en el tipo de respuesta ni en su intensidad sino en el objetivo, que no constituye ninguna amenaza.
La consecuencia final de este error del sistema inmunitario es la enfermedad del anfitrión, provocada por los efectos colaterales sufridos por los tejidos. Es allí donde el sistema inmunitario trata de defenderse de esa sustancia inocua.
Alergia, la causa de múltiples enfermedades
Las manifestaciones clínicas de esta enfermedad son diversas, ya que dependen de la sustancia causal y del órgano afectado. En la actualidad, más de un tercio de la población mundial presenta alguna enfermedad de origen alérgico.
La alergia es la causa fundamental de enfermedades tan frecuentes como la conjuntivitis, la rinitis o el asma y de enfermedades tan graves como la anafilaxia.
Desde hace casi 100 años, la alergología es la especialidad médica que se encarga del estudio, diagnóstico y tratamiento de este grupo de enfermedades y los profesionales médicos que la desempeñan se denominan alergólogos.
Cómo evitar las alergias
Hay trucos, pautas y hábitos que permiten evitar las terapias. Aquí tienes un listado de ellos para poner en práctica:
- Los síntomas más comunes de las alergias primaverales son estornudos, picazón en la garganta y ojos, congestión, molestias nasales y en general irritación de las mucosas, que se producen debido a la concentración de polen y partículas en el ambiente.
- Para evitar las alergias durante la primavera evita mantener las ventanas de casa abiertas, pues la circulación de aire podría afectarte, en su lugar usa humidificadores y si tienes aire acondicionado asegúrate de que tenga un filtro anti polen, te será de gran utilidad.
- En el coche también puedes tener un filtro anti polen. Del mismo modo evita conducir con la ventana abierta.
- Mantente alejado de otras cosas que puedan aumentar la alergia e irritación de tus mucosas, por ejemplo el humo, los spays, los productos químicos,…
- No salgas sin gafas de sol. De este modo podrás mantener tus ojos un poco más alejados del polen. Reduciendo en gran medida las molestias.
- Cuando esté en tus posibilidades, evita salir en las horas en las que el polen se encuentra más presente en el ambiente, es decir durante el amanecer y atardecer. También conviene que te ejercites en un espacio cerrado, pues afuera debido a la congestión te sentirás más fatigado y menos productivo.
- Si tu alergia primaveral es muy fuerte quizá te convendría pasar unos días en un ambiente más tranquilo. Si no puedes escaparte de vacaciones, al menos huye durante los fines de semana. De este modo conseguirás llevarlo mejor.
- No te auto mediques. Si es la primera vez que experimentas una reacción alérgica en primavera, lo mejor es que visites a un médico para que te recomiende el tratamiento adecuado.
La polinosis y la primavera
La polinosis es una enfermedad alérgica caracterizada por síntomas que afectan a los ojos, nariz y pulmones y que se presenta normalmente durante las estaciones de primavera y verano. Afecta aproximadamente al 15% de la población, incrementándose este porcentaje hasta un 30% entre los jóvenes.
Esta enfermedad es más frecuente en los medios urbanos que en los ámbitos rurales, probablemente por que la polución atmosférica potencia el efecto alergénico del polen.
El tratamiento de la polinosis, fundamentalmente, se basa en evitar la exposición al alérgeno. Los pacientes deben ser informados sobre el comienzo, duración y finalización de aquellos pólenes a los que tienen alergia. Solo de esta manera podrán saber cuándo deben de iniciar y finalizar las medidas de evitación y tratamiento medicamentoso.
Las medidas de evitación se basan principalmente en mantenerse durante el pico de polinización el mayor tiempo posible en el interior de las casas con las ventanas cerradas siendo útil el uso de aire acondicionado con filtros tanto en casa como en el coche.
Estas medidas son difíciles de cumplir, dada las diversas actividades que desarrollan las personas a diario. Por ello, en un gran número de casos, es necesaria la utilización de medicación para controlar los síntomas y/o inmunoterapia para mejorar la calidad de vida de estos pacientes.
En algunos casos, si procede, se le indicará un tratamiento específico, la inmunoterapia, conocido popularmente como las vacunas. Este tratamiento debe ser indicado por un especialista en alergología y siempre aplicado bajo control sanitario.