Al volante, atención constante. Los viejos adagios sobre la conducción responsable siguen siendo válidos a día de hoy, independientemente del avance de las tecnologías, de la mejora de las carreteras o del desarrollo de todos los elementos de seguridad en los automóviles.
Con la ayuda de todos los adelantos ocurridos, hay cinco cuestiones que debes saber sobre la conducción responsable.
1.- Las distracciones
Las distracciones son las peores compañeras en la carretera. Tienes que saber que las hay de todo tipo. La mejor receta es que conduzcas de forma sosegada y concentrada. Lo que puede ocurrir sobre el asfalto es absolutamente impredecible. Por esta razón hay que estar siempre concentrados para reaccionar de la forma adecuada.
Cuando un conductor está concentrado gana unos segundos de respuesta ante un imprevisto que pueden ser fundamentales para salir airoso de cualquier incidente.
La mejor manera de evitar distracciones al volante pasa por no utilizar el teléfono móvil. De hecho, no se recomiendan tampoco los dispositivos tipo manos libres, sino que directamente es preferible apagar el teléfono.
También se recomienda sintonizar la radio antes de iniciar la conducción. La instalación de aparatos GPS obligan a introducir la ruta antes de arrancar el coche. Por último, si se viaja acompañado, hay que mantener comportamientos pausados.
2.- El descanso
La mejor forma de poder concentrarse y estar atento al volante es si uno está en perfecta forma física y completamente descansado, con las necesarias horas de sueño en el cuerpo. La razón es muy sencilla. El cansancio y el sueño son factores que aumentan el peligro en la carretera de forma considerable.
Por ello hay que estar prevenido. Hay que descansar y dormir las horas suficientes antes de realizar cualquier viaje. De igual forma, si solo supone un traslado familiar o el viaje diario al trabajo.
Una investigación publicada en la revista Oxford Academic asegura que las probabilidades de verse envuelto en un accidente de tráfico aumentan en los casos en los que el conductor ha dormido menos de siete horas en las 24 horas previas a realizar el viaje. Es decir, el mínimo de horas –que es entre siete y nueve– recomendado por la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos para que un adulto tenga el descanso adecuado.
3.- La dieta
Las comidas copiosas no son nada recomendables si luego hay que conducir. Lo más recomendable es una dieta ligera, que sea fresca y nutritiva, se acomode en el estómago con una fácil digestión y no nos haga nunca sentirnos pesados, algo que entorpece la conducción responsable.
Además, está demostrado que después del almuerzo existe una disminución de la capacidad de mantener la atención, restando un 10% de rendimiento y aumentando las probabilidades de que cometamos algún error, por lo que, antes de volver al volante, resulta recomendable dar un pequeño paseo.
4.- Alcohol, drogas y medicamentos
Ahora toca ser completamente tajante. Tolerancia cero con el alcohol y las drogas. Si bebes, no conduzcas. Respecto a las drogas, sencillamente, son ilegales. Y con los medicamentos hay que tener especial cuidado. Se aconseja siempre leer los prospectos y, en caso de dudas, consultar directamente con nuestro médico para que nos informe si alteran la posibilidad de una conducción responsable.
5.- La velocidad
Vive deprisa y harás un bonito cadáver. La frase no tiene ninguna gracia. Hay que respetar siempre los límites de velocidad para poder realizar una conducción responsable. Aunque tengamos prisa, debemos moderar en todas las ocasiones las ganas de pisar el pedal del acelerador a fondo. Los límites de velocidad permiten una convivencia pacífica y segura.
Conocer y respetar todos los aspectos de la conducción responsable es fundamental para prevenir accidentes, pero existen otros aspectos que también debes tener en cuenta para proteger tu vehículo y a los tuyos, como por ejemplo el seguro.
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