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Un TPV es un terminal de punto de venta, es decir, un dispositivo electrónico que se utiliza en los comercios para realizar todo tipo de transacciones, pagos y devoluciones.

Es capaz de realizar varias operaciones, desde cobros con tarjeta de crédito o débito hasta imprimir tickets de pago. Por lo que es una opción que hace sencilla la gestión de una compra tanto para vendedores como para compradores.

Hoy en día es difícil encontrar empresas o comercios que no dispongan de alguno de estos aparatos. La verdad es que gracias a su comodidad y sencillez, ha mejorado y agilizado mucho los procesos de compra y venta. De hecho, estos dispositivos se están utilizando en masa por la cantidad de ventajas que ofrecen.

5 ventajas de utilizar un TPV

  1. Comodidad: Sin duda alguna, ésta es una de las mayores ventajas de los TPV. Si se comparan con las cajas registradoras, son mucho más pequeños. Ocupan menos espacio y son más ligeros. Además, aportan mucha agilidad y rapidez a la hora de hacer los pagos. Por lo tanto, es una de las opciones más interesantes gracias a la comodidad que ofrece.
  2. Impresión de tickets y facturas: Los TPV tienen un sistema de impresión de alta calidad. Capaz de imprimir tickets y facturas para ofrecer a los clientes. Además, tendrá un papel físico con todos los datos de la transacción.
  3. Gestión de inventario e informes: Los TPV están diseñados para llevar al día el inventario del stock. Llevan la actualización de cada una de las compras que se realizan, por lo que no tendrás que preocuparte y andar contándolo todo por tu cuenta. Los TPV te ahorran ese trabajo. Incluso son capaces de ofrecerte informes sobre las ventas que llevas a cabo.
  4. Sencilla interfaz: No se necesitan grandes conocimientos informáticos para saber utilizar un TPV. Sus creadores los han diseñado a propósito con una sencilla e intuitiva interfaz para todos los públicos. Es cierto que dependiendo del tipo de TPV los hay más complejos. Pero, aún así, no tienen mucho misterio.
  5. Nuevos estilos de actuación: Al ser un aparato tan pequeño y manejable, es posible ofrecer al cliente nuevas situaciones de pago. Por ejemplo, ir a la puerta de su casa a cobrarle. O cobrarle en medio de la tienda sin necesidad de que vaya al mostrador. De esta forma se ofrece al cliente una comodidad que seguro que agradecerá.

Tipos de TPV

Aunque son bastante similares, hay muy diferentes tipos de TPV. Normalmente están diseñados en función del sector en el que se van a emplear. Algunos de los diferentes TPVs específicos para cada sector son:

  • TPV RTC: Son para establecimiento con mostrador, ya que necesitan enchufarse a la luz y al teléfono.
  • TPV Inalámbrico – GPRS: No tienen cables y funcionan igual que un móvil. Son interesantes para taxis, kioskos u otros establecimientos sin conexión a internet
  • TPV ADSL-WIFI Bluetooth: Se conectan a la luz y a la línea ADSL. Se suelen emplear cuando la cobertura móvil no es muy buena, ya que funcionan por internet.
  • TPV ADSL: Se conecta a la luz y al ADSL, por lo que es ideal para todo tipo de comercios.
  • TPV PC: Se conectan a los ordenadores y sirven para leer tarjetas. Son ideales para comercios donde el volumen de operaciones es muy grande. Por ejemplo, parkings, estancos o supermercados.
  • Terminal no atendido o TPA: Es típico ver este modelo de TPV en gasolineras o parkings. No hay una persona detrás de él. Es el propio cliente quien introduce su tarjeta y el TPV solo hace el pago.
  • TPV Smartphone: Se instala en los smartphones y, gracias al bluetooth, es capaz de cobrar al cliente al instante.

¿No sabes cuál de estas modalidades de TPV es la adecuada para tu comercio? En Grupo Cajamar disponemos de un servicio de simulación que te ayudará a elegir tu TPV. Simplemente respondiendo a una serie de cuestiones descubrirás el TPV ideal para lo que necesitas.

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