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Las actividades extraescolares fijan un concepto utilizado en contextos educativos que se refiere:

  • Por un lado, a todo lo que se realiza fuera del entorno escolar pero tiene que ver con la educación.
  • Y, por otro, a las actividades extraescolares programadas por la propia institución educativa. Por ejemplo, excursiones, visitas a museos, asistencia o representación de obras teatrales, etc., que es lo que se realiza fuera del horario o lugar académico, pero que sirve para la enseñanza y aprendizaje, de una forma más creativa y práctica, y diferente a lo rutinario.

Las que no son dependientes de la institución educativa son las actividades extraescolares programadas o improvisadas por las familias fuera de la jornada escolar. Como el refuerzo educativo en clases particulares o en academias, actividades deportivas o aprendizaje de idiomas.

Tipos de actividades extraescolares

Un artículo de la revista Ser Padres sobre estas actividades extraescolares explica que con la vuelta al cole llega el momento de planificar el año y las rutinas de nuestros hijos. Cada vez es más común llevar a los niños a actividades extraescolares. Y el abanico de posibilidades es enorme. Además de la actividad, hay que decidir con qué frecuencia la realizarán. Y muchos padres se preguntan si no estarán sobrecargando a sus hijos al apuntarles a actividades al salir del cole.

Una vez fijado el concepto y la importancia de las actividades extraescolares, llega la pregunta del millón: «¿Qué actividades eliges para tus hijos?«

La realidad es que hay múltiples opciones:

  1. Las clásicas, a las que más recurren los padres y las madres, son los idiomas y los deportes, y con un porcentaje altísimo, el inglés y el fútbol. Pero hay vida más allá de estas dos magníficas disciplinas, y no hablamos del baloncesto, la natación o la gimnasia, ni del francés o del alemán, tan en boga últimamente.
  2. El mundo de los gimnasios ha abierto las puertas a decenas de disciplinas. Desde las artes marciales como el taichi o el aikido, más allá de los recurrentes judo y karate, a las clases de estiramientos, pilates o las más divertidas de zumba y compañía. Por no hablar de todas las disciplinas mixtas de máquinas y música.
  3. No hay dos sin tres, y el tercer compañero de viaje de las actividades extraescolares clásicas -deportes e idiomas-, van siempre de la mano de la música. Tocar un instrumento como la guitarra, el violín o el piano es una actividad extraescolar clásica como la que más.

Pero si lo que queremos es encontrar actividades extraescolares diferentes, no hay más que ensanchar el abanico de estas tres disciplinas, para empezar:

  • En idiomas, podemos ver la posibilidad de que nuestros retoños empiecen a estudiar chino o japonés, dos idiomas de dos gigantes comerciales en una sociedad globalizada.
  • En deportes podemos tentarles con el ajedrez o con deportes que son minoritarios pero que agrupan los mejores valores del deporte. Por ejemplo, el rugby.
  • Qué decir de los instrumentos. ¿Se imaginan que le proponen a su hijo una actividad extraescolar para aprender a tocar… la batería?

El universo de las actividades extraescolares parece infinito. Es cuestión de buscar lo que más queramos para nuestros hijos e hijas. Porque se puede aprender a manejar un ábaco como ejercicio mental de cálculo, les puedes introducir en la programación informática, que aprendan a cultivar un huerto urbano ecológico, hacer animación en 3D, periodismo de investigación o hasta experimentos científicos.

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