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Investigación, desarrollo e innovación (habitualmente indicado por la expresión I+D+i o I+D+I) es un concepto de reciente aparición, en el contexto de los estudios de ciencia, tecnología y sociedad. Como superación del anterior concepto de investigación y desarrollo (I+D). Es el corazón de las tecnologías, de la información y comunicación, según explica su entrada en la Wikipedia.

Mientras que el de desarrollo es un término proveniente del mundo de la economía, los de investigación e innovación provienen respectivamente del mundo de la ciencia y la tecnología. Y su dinámica relación se encuentra en el contexto de la diferenciación entre ciencia pura y ciencia aplicada; cualquiera de ellos es de compleja definición.

Esko Aho, político finlandés, define investigación como «invertir dinero para obtener conocimiento«, mientras que innovación sería «invertir conocimiento para obtener dinero«. Lo que expresa muy bien el fenómeno de retroalimentación que se produce con una estrategia exitosa de I+D+i.

El nivel de actividad de I+D+i en un país se puede calcular mediante la proporción entre el gasto en I+D+i y el producto interior bruto (PIB). Para lo que hay que desglosar el gasto entre público y privado (Deducciones fiscales I+D+i).

La situación de la I+D+i en España

En el caso español, EAE Business School presentó el estudio ‘La Inversión en I+D+i en España’, que analizaba la inversión pública y privada en innovación y desarrollo tanto en Europa como en España. Completado con un análisis de las empresas y sectores más innovadores en España e información territorial de la inversión en este área.

Según este informe, en España se invirtieron en 2013 más de 13.000 millones de euros en actividades de I+D+i.

  • El 53% de la inversión española en I+D+i es realizada por las empresas,
  • Seguido de las instituciones de enseñanza superior, con un 28%.
  • Y la Administración Pública, con un 19%.

El gasto total en I+D+i por habitante realizado en España en 2013 fue de 279,30€, un 2,34% menos que en el año anterior, y modera su caída si se compara con descensos en años anteriores. El porcentaje de inversión total en I+D+i respecto al PIB alcanzó el 1,24%. El gasto público en I+D+i por habitante fue de 52,10€, un 4,58% menos que en 2012, pero mayor que la cifra de inversión pública por habitante en I+D+i que la de países como Italia (50,50€), Reino Unido (37,50€) o Dinamarca (33€).

Beneficios de invertir en I+D+i

Respecto a las ventajas que tiene destinar parte del presupuesto de una firma o solicitar una línea de crédito para estas actividades por parte de una pyme, “Una compañía puede incrementar el valor añadido de su oferta, ganar en competitividad y reducir costes”, aseguran fuentes de Cotec, fundación que fomenta la innovación en la sociedad española. Las firmas que incorporen personal cualificado podrán colaborar también con universidades y centros de investigación.

Además, las organizaciones que se acojan a los incentivos fiscales del Estado pueden ahorrar dinero, al descontar los gastos realizados en I+D y al beneficiarse de una rebaja a la cotización de la Seguridad Social.

En cuanto a la inversión, se trata de un apoyo tributario. El Impuesto de Sociedades establece que la compañía podrá deducir en la cuota un 25% del gasto efectuado en el año en curso, así como un 8% de los gastos en maquinaria, bienes de equipo e instalaciones.

 

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